En estos tiempos tan complejos donde se ha hecho imprescindible la búsqueda de alternativas saludables para mitigar los efectos del estrés cotidiano, y mucho más ahora, en el actual contexto de pandemia que vivimos, el Mindfulness (Atención plena) puede convertirse en un excelente paliativo a todas aquellas implicaciones psicológicas que ha traído el tornado de transformaciones, que hace más de un año padecemos todos.
Muchos consideran esta práctica, con orígenes en la meditación vipassana proveniente del budismo, como un estilo de vida en el cual se incluye la meditación y varias técnicas de relajación. Por su acción reductora sobre el estrés y la ansiedad, cada día más personas se ejercitan en este arte sanador.
Por lo que su aplicación comprende casi cualquier cuestión imaginable, desde problemas con adicciones de cualquier tipo, hasta problemas sentimentales o la mejora de la capacidad de liderazgo. Muchos deportistas incluso la realizan regularmente para un mejor rendimiento. No es extraño tampoco encontrarla en los lugares de trabajo, en los centros
médicos y sobretodo en las residencias para la tercera edad.
¿Cómo funciona?
El objetivo es prestar atención plena a los pensamientos, sensaciones de agitación mental o excesivo parloteo mental de una manera suave y tranquila, simplemente observándolos, identificando al mismo tiempo preocupaciones, ansias, miedos y permitir que se desvanezcan ligeramente sin juzgar, aceptando nuestras emociones tal cual surgen en nosotros, sin ejercer ningún control sobre ellas, eliminando así la frustración o ansiedad que puede producirnos el hecho de enfrentarnos a una situación que, aunque lo intentemos, no podemos cambiar o modificar.
Beneficios del mindfulness
• Te ayuda a tener más calma y reaccionar de forma adecuada: Con el tiempo, la práctica regular de la mediación permite a las personas reaccionar ante su entorno y todo lo que surja en el transcurso de su día con más calma y ecuanimidad.
• Reduce el estrés, la depresión y evita el estrés postraumático: El Centro Nacional para las Terapias Alternativas y Complementarias, que forma parte del Departamento de Salud del Gobierno de EE.UU, señala en una de sus investigaciones enfocadas a descubrir el impacto del mindfulness, una reducción de la ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático, estrés, disminución de la presión arterial, niveles de cortisol y otros marcadores fisiológicos de estrés.
• Ayuda a conciliar el sueño: Estudios acerca de la meditación muestran beneficios para las personas en áreas como el sueño al tener una práctica regular de mindfulness. Probablemente, la técnica más común (y más fácil) para ayudarlo a conciliar el sueño se llama respiración consciente. Para hacer esto, preste atención al flujo natural de su respiración. Al dirigir su atención a tu respiración, ayuda a canalizar la mente para que pienses en la respiración en lugar de los pensamientos que surgen antes de ir a dormir.
• Mejoras en el aspecto físico: Físicamente, empezaremos a notar las mejoras que produce
en nosotros el mindfulness cuando, a través de la meditación, ayudemos a nuestro cuerpo
a relajarse; porque no podemos olvidar que padecer estrésdurante un período de tiempo prolongado conlleva una serie de repercusiones fisiológicas. La primera de ellas es la vulnerabilidad de nuestro sistema inmunológico, seguido de dolores musculares y trastornos digestivos y gastrointestinales, como pueden ser la gastritis o las úlceras, por no hablar de la alta prevalencia que actualmente tiene el colon irritable y que está íntimamente relacionado con los cuadros de estrés.
• Mindfulness como alternativa para mejorar los síntomas de la fibromalgia: En la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania) se realizó una revisión de las investigaciones para tratar el síndrome de fibromialgia con mindfulness, publicada en Journal of Psychosomatic Research, centrándose sobre todo en la calidad de vida y el dolor que experimentaban los enfermos. Se encontraron seis ensayos con un total de 674 pacientes con síndrome de fibromialgia. Los resultados mostraron que podría ser útil, pero que se necesitan más estudios para hacer una recomendación concluyente.
Ejercicios para principiantes
- Respiración: Estírate boca arriba sobre el suelo. Coloca una mano sobre tu pecho, a la altura de tu corazón, y otra sobre tu vientre. Preferiblemente sin música de fondo para garantizar una mayor concentración. Con los ojos cerrados empieza a inspirar por tu nariz, tratando de llevar el aire hacia tu vientre, sintiendo cómo este se expande (respiración diafragmática). Una vez tu vientre se ha hinchado, acaba de llenarte ampliando la capacidad hacia tu pecho también. Hazlo despacio, aguanta durante 2 segundos la respiración. Comienza a expirar por la boca lentamente durante los mismos segundos que tardaste en inspirar. Repite este proceso durante unos minutos.
- Observa sin juzgar tus pensamientos: Ya que dejar la mente en blanco se dificulta demasiado, el mindfulness trata de jugar con la atención, focalizándola en algo en concreto y así ralentizar el vaivén de pensamientos y la dispersión. Puedes realizar el ejercicio anterior de respiración y en ese caso el elemento en el que te centrarás para dejar a otros de lado será tu propia respiración. Intenta ser plenamente consciente de ella, y observarás que mientras lo haces seguramente se crucen pensamientos intrusivos por tu mente que intenten desconectarte del momento presente, en ese caso no los juzgues, concédete comprensión y trata de retornar delicadamente tu atención de nuevo a la respiración.
Haz de esta práctica una rutina y pronto experimentarás sus grandes beneficios.