Si usted mantiene una correcta atención bucodental e higiene bucal desde joven, llegará a anciano con dientes sanos.
La idea de que los dientes se deterioran al paso de los años y que inexorablemente cuando se llega a adulto mayor ya no nos sirven o se han caído producto de la edad, es un criterio incorrecto, pues la dentadura no sufre daños fatales por los años, sino por la mala atención
odontológica. Es decir, es un asunto de nivel de conocimiento bucodental, de salud e higiene bucal.
Parta del hecho de que la ancianidad no es una enfermedad sino una condición de todo ser vivo que cumpla su ciclo normal de vida. Por supuesto que en la adultez -o en lo que llamamos adulto mayor- es indiscutible que se produce una mayor morbilidad, pues casi todas las afecciones se hacen más frecuentes en la segunda mitad de la vida, incluidas las bucales como parte de un todo que son.
No es un asunto aislado o de minorías, sino todo lo contrario, de mayorías. La edad media de la población en 2030, será de 44,1 años y los mayores de 60 podrían cubrir hasta el 20 por ciento de la población total como segundo segmento etario de cualquier sociedad.
Los países de altos índices de bienestar, que coinciden también con los más elevados de desarrollo económico y cultural, ya superan, en muchos casos, la expectativa de vida de 80 años para las mujeres y 78 para los hombres, pero no están exentos de un deterioro gradual de las
condiciones de salud física y mental que acompaña al proceso de envejecimiento.
Los cambios en las estructuras bucales no son la causa principal de la pérdida parcial o total de los dientes
Eso determina que el crecimiento de la población de adultos mayores origine una mayor demanda de asistencia y servicios de salud, entre ellos los estomatológicos, aunque siempre van a estar en amplia ventajas aquellos que, desde muy jóvenes, está en manos de su odontólogo.
Hay que admitir que en las estructuras bucales se dan cambios propios del envejecimiento, pero, repetimos, no son la causa principal de la pérdida parcial o total de los dientes, sino un indicativo de deficiente estado de salud bucal del paciente. Uno de los sistemas que más cambios provocan
en el organismo es el sistema estomatognático los cuales provocan por ejemplo la pérdida y mal estado de los dientes que se deben a caries y problemas periodontales.
Para poder reducir la prevalencia de las enfermedades bucales del adulto mayor, se hace necesario dotarlo de los conocimientos precisos para conservar la salud y prevenir las enfermedades, partiendo de un diagnóstico educativo para identificar las necesidades de aprendizaje y realizar intervenciones que puedan elevar los conocimientos y lograr posteriormente un cambio de actitudes.
La salud bucal es condición indispensable del ser humano, fuente importante de calidad de vida; lograrla solo es posible con la apropiación y asimilación de conocimientos que hacen al individuo responsable del cuidado de la suya propia.
Necesario profundizar en conocimientos básicos del cuidado y la salud bucal en el adulto mayor
En las unidades odontológicas de colonias y barrios el área, el policlínico dental es básico y en ellos existe un predominio de los adultos mayores, con alta prevalencia de enfermedades bucales y la presencia de estilos de vida perjudiciales, aspectos contactados en el trabajo realizado por especialistas.
Surge así la necesidad de cada interesado y familiares de profundizar en los conocimientos sobre el abuelito o la abuelita para reducir las enfermedades bucales y mantenerse saludables o recuperar la salud. Por ello, se recomienda a cada alcaldía, unidad o centro de salud local, clínicas especializadas, realizar investigaciones que exploren esa temática y realizar estrategias que permitan elevar el nivel de conocimiento, modificar estilos de vida y adoptar comportamientos saludables.
Resultados de estudios al respecto revelan que hasta más 40 por ciento de adultos mayores carecen de conocimientos básicos del cuidado y la salud bucal, y que el resto tiene pocos o muy pocos y solamente un mínimo obtuvo una calificación de bien.
Coinciden también con que la atención estomatológica a los ancianos, es uno de los factores de la salud mayormente involucrados, debido a los altos valores de prevalencia e incidencia de las patologías bucales.
Los adultos mayores tienen un alto riesgo de afección buco dental, aunque dispongan incluso de los conocimientos necesarios y actualizados sobre el envejecimiento, la sociedad en general y los mismos ancianos, continúan aceptando el deterioro bucal y del aparato masticatorio como un proceso inevitablemente ligado al envejecimiento, cuando no es totalmente así.
La interrelación entre la salud bucal y la general, es particularmente estrecha en el adulto mayor, sin embargo, las barreras para obtener una buena salud bucal son considerables, y se debe a lo que hemos explicado anteriormente sobre la evaluación de los conocimientos sobre salud bucal.
A nivel internacional en una investigación realizada por Albert Cuñat V, se presentan hallazgos similares a los de México. Se plantea la necesidad de realizar programas educativos en la tercera edad, como una condición indispensable para reducir de forma significativa los niveles de placa dentobacteriana y mejorar así la salud bucal de los ancianos.
Plantea Gispert Abreu E, que la prevalencia de caries dental, enfermedad periodontal y cáncer bucal, se asocian a varias determinantes sociales de la salud y entre ellas, destacan las fuentes de trabajo.
Cueto Salas, refiere al respecto que las personas vinculadas laboralmente disponen de menos tiempo para acudir al estomatólogo, generalmente lo hacen cuando ya presentan alteraciones que afectan su vida laboral y social, mientras los jubilados aprovechan parte del tiempo libre en acciones que propician autocuidado de la salud y que años atrás, por razones laborales, no pudieron realizar.
Islas Granillo, quien estudia la prevalencia de la dentición funcional en ancianos mexicanos, encuentra que aquellos que conviven en parejas dentro de familias nucleares conservan mayor número de dientes. Su compatriota Bethancourt Santana, también descubrió lo mismo.
La familia como unidad social, es lo más importante para estos menesteres. De ahí que, desde la propia historia del surgimiento de la familia, se pueda encontrar la relación estrecha que existe entre ella, la sociedad, la cultura y la salud.