El aceite de coco tiene un contenido en grasas saturadas mucho más elevado que otras grasas de origen animal.
El aceite de coco tiene defensores y detractores. Los defensores del aceite de coco señalan que es rico en fitoquímicos y que posee propiedades antioxidantes saludables. Sin embargo, “los efectos de la grasa saturada superan cualquier efecto benéfico de los antioxidantes”. Señala Qi Sun, profesor adjunto de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, para el New York Times.
El aceite de coco ha estado en auge como un alimento saludable durante varios años. Las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas, incluyendo la popular dieta KETO, fomentan su consumo. Y aunque muchos lo consideren saludable, los expertos opinan que, mayormente no hay datos científicos buenos que respalden estas afirmaciones.
Las grasas del aceite de coco
Destaca por su gran contenido en ácidos grasos de cadena media, especialmente, de ácido láurico; que representa más de la mitad de la grasa que contiene el aceite de coco. Y ahí reside su hipotético beneficio. Este tipo de ácidos grasos se metabolizan de forma diferente al resto: pasan directamente a la sangre, donde viajan hasta el hígado y son utilizados para generar energía y también para formar cuerpos cetónicos (utilizados como fuente de energía por el cerebro y el corazón). Con lo cual, ni son almacenados como grasa, ni participan en la biosíntesis y el transporte del colesterol.
El aceite de coco tiene un contenido en grasas saturadas muy elevado (86%), más que la mantequilla (51%) o la manteca (39%).
Además, el ácido láurico es el ácido graso que más estimula los procesos de termogénesis en el tejido adiposo marrón, lo que se traduciría en una mayor combustión de grasa corporal.
Por su parte, algunos estudios atribuyen propiedades antibacterianas y antifúngicas al ácido laúrico.
Entonces, ¿El aceite de coco es bueno o malo para el colesterol?
Científicos de Singapur realizaron un nuevo metanálisis de investigaciones dedicadas a este aceite. Para esta nueva publicación revisaron los resultados de 16 estudios publicados. Revelaron que aumenta significativamente el colesterol malo (LDL) en aproximadamente un 9% en comparación con los aceites vegetales no tropicales. El consumo diario de 3 a 4 cucharadas de aceite de coco se asoció con un aumento estimado de 10 mg / dL.
«No hay evidencia en estudios médicos de que el aceite de coco sea beneficioso para la salud», Rob M. Van Dam, autor de la investigación. Y añade, «El aumento de los niveles de colesterol LDL eleva el riesgo de enfermedades cardíacas».
La mayoría de los médicos dice que abogar por el uso de este aceite puede ser peligroso para la salud cardiovascular. En la cocina es mejor dar preferencia a los aceites que tienen altos niveles de grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas que reducen el colesterol.
Los nuevos hallagos contrastan con un metaanálisis anterior que no informó aumentos significativos en el colesterol LDL asociado con el aceite de coco frente a los aceites no tropicales. «Sin embargo, los autores del metanálisis de la red incluyeron solo 6 ensayos sobre el aceite de coco», señalan los investigadores.