Contrario a lo que se piensa la menopausia no es un final, sino el comienzo de una etapa que ocupa casi la tercera parte de la vida femenina. La experiencia de la menopausia es diferente para cada mujer ya que influyen aspectos hereditarios, dieta o estilo de vida. Para aquellas que sufren los embates de la pérdida natural de estrógenos, existe una poderosa herramienta para paliar los síntomas, los fitoestrógenos, a continuación te comentamos acerca de ellos.
¿Qué son los fitoestrógenos?
Los fitoestrógenos son sustancias de origen vegetal con efecto estrogénico débil, de inhibición enzimática y antioxidante. En la actualidad se han identificado distintos tipos de fitoestrógenos según su estructura: las isoflavonas, los cumestranos y los lignanos. Todos ellos se ha demostrado que pueden unirse a receptores de estrógenos y ejercer acciones similares a los mismos. Sin embargo, los más estudiados son las isoflavonas, que son muy abundantes en la soja.
Los alimentos más ricos en isoflavonas son la soja y sus derivados, la alfalfa es el que más cumestranos contiene, y las semillas de lino las que más contenido en lignanos poseen. Sin dejar de mencionar la Salvia Officinalis que ha demostrado tener efectos importantes sobre algunas de las manifestaciones del climaterio como son los llamados bochornos.
Fitoestrógenos y su relevancia clínica en la mujer posmenopáusica
Mejora los síntomas menopáusicos en las mujeres:
Los fitoestrógenos se consideran una alternativa natural a la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) utilizada para reducir los sofocos propios de esta fase final del ciclo menstrual. Diferentes ensayos clínicos realizados en Japón muestran los efectos positivos del consumo de soja frente a los síntomas menopáusicos. En España, la Sociedad Español de Ginecología Fitoterápica publicó un libro en el que se indicaba también la eficacia de las isoflavonas para reducir los sofocos pero, sin embargo, no para detener otros síntomas del climaterio.
Prevención de la osteoporosis:
Los estudios centrados en la relación de la ingesta de fitoestrógenos y una menor probabilidad de padecer osteoporosis surgió al observar cómo las mujeres del sureste asiático, donde la soja predomina en la dieta, padecían en menor medida de osteoporosis, una patología frecuente entre las mujeres posmenopáusicas del resto del mundo. La clave de este hecho puede estar en la capacidad de las isoflavonas de regular el mecanismo de acción del que depende la formación continua de los huesos y, por tanto, del óptimo nivel de masa ósea, el cual se reduce según la mujer se acerca a la menopausia.
Prevención del cáncer:
De nuevo el motivo de estudiar la relación del consumo de fitoestrógenos y la incidencia de cáncer se debe al menor número de casos de personas con esta enfermedad en los países asiáticos. Sin embargo, a día de hoy no existen estudios concluyentes que afirmen que el consumo de alimentos ricos en fitoestrógenos eviten la aparición de cáncer, en concreto del de mama, pero esta ingesta tampoco se considera un factor de riesgo como algunos contrarios a esta hipótesis afirmaban.
Algunas investigaciones indican que el carácter preventivo de los alimentos con fitoestrógenos frente al cáncer se puede deber a su acción antioxidante y a la aportación de dichos alimentos de otras sustancias beneficiosas para el organismo, como son la fibra y las grasas saludables, que también ayudan a prevenir la formación de tumores malignos.
Favorece la líbido en la mujer:
Otro de los síntomas que pueden verse aliviados mediante la terapia con fitoestrógenos (isoflavonas) es la atrofia genital acompañada de una permanente sequedad vaginal. Pues bien, numerosos estudios han mostrado una mejoría de la sequedad vaginal a través de la terapia con isoflavonas.
Decocciones de Salvia de Castilla (Salvia Officinalis)
Esta planta rica en propiedades curativas también es abundante en fitoestrógenos. Se emplea con excelentes resultados para los llamados bochornos, uno de los síntomas más referidos por la mujer durante el período del climaterio. En decocción, como primera línea terapéutica para aliviar las manifestaciones vasomotoras del SC, el tiempo promedio de empleo es entre 6 y 12 semanas.
Se ha encontrado que el 72 % de las mujeres que la emplearon (n=62 en etapa de perimenopausia y entre los 2-3 primeros años de la posmenopausia) refirieron disminución en la intensidad y en la frecuencia de los bochornos. (Estudio realizado en la Clínica de Climaterio y Osteoporosis del Instituto Nacional de Endrocrinología y en Consulta Multidisciplinaria sobre Menopausia del Hospital Ginecoobstétrico “Ramón González Coro”, La Habana, Cuba)