La depresión posparto masculina es relativamente común y afecta entre un 2 % a un 25 % de los padres durante el embarazo o durante el primer año después del parto. Aprende cómo afrontarla.
Acciones que ayudan a la prevención de la depresión posparto masculina
Al igual que ocurre con las mamás, en el caso de los futuros padres realmente lo ideal es prevenir la depresión posparto ya desde la gestación. Empezar a tomar conciencia del nacimiento del bebé y todo lo que puede conllevar es una tarea realmente eficaz para evitar este problema.
De hecho, existen grupos de preparación al nacimiento que ofrecen una importante ayuda. Se trata de un proyectos de igualdad entre hombres y mujeres, en el que hacen especial hincapié en preparar a los padres para la paternidad. Mediante grupos de trabajo específicos se ocupan de conseguir más implicación del hombre en la crianza de los hijos, bucear en el ámbito afectivo y prevenir conductas de riesgo. Una ayuda muy valiosa, tanto pre como posparto.
Consejos para sobrelleva los posibles
Una vez que nacido el bebé, las claves fundamentales para hacer frente a la depresión posparto paterna serían:
Mantener una comunicación clara y abierta
Si no contamos lo que nos pasa, difícilmente se podrá solucionar. “La comunicación entre la pareja es es una base fundamental; hay que promover el diálogo acerca de todos los sentimientos incómodos que ambos experimenten aunque parezcan muy negativos, extraños o contradictorios”, aconseja Silvina Mosquera, directora del centro atención a la familia Matices.
Involucrarse en el cuidado del bebé
Ambos progenitores han de participar activamente en las tareas que supone la llegada del hijo. Los padres muchas veces se sienten excluidos del vínculo estrecho y de apego necesario que en un inicio la madre realiza con su pequeño, por lo que es muy importante que ellos realicen actividades como bañar o vestir al nuevo miembro de la familia, cantarle y jugar con él, llevarle de paseo mientras la mamá descansa, etcétera. Involucrarlos en los cuidados del bebé contribuye a dar un nuevo lugar al padre.
No dejar de lado el tiempo para nosotros mismos
Ambos progenitores deben conservar cada uno sus espacios y momentos de descanso y cuidado personal. Siempre se puede recurrir a personas de confianza como tíos, abuelos o amigos que ayuden en momentos de crisis o cansancio extremo. Las noches en vela, los llantos del bebé (que los padres al principio no comprenden), las discusiones con la pareja, ir a trabajar cansado y la responsabilidad económica ejercen una presión que puede afectar la salud mental y emocional de la pareja, particularmente la del hombre”. Por tanto, es fundamental no perder la vida social y los hobbies que tenía cada uno antes del nacimiento del bebé.
Esmerarse en la relación de pareja
Aunque el bebé sea ahora el centro de nuestro día a día, debemos procurar fomentar la intimidad de la pareja. “Es importante que la pareja no descuide sus propios espacios y momentos para compartir su intimidad”, señala Silvina Mosquera. Buscar momentos para estar solos, charlar, hacer cosas juntos… es realmente positivo.
Buscar ayuda profesional cuando sientas que lo necesites
Como en cualquier depresión, el diagnóstico precoz es fundamental para abordar el trastorno y resolverlo de un modo relativamente sencillo. Por eso, si piensas que padeces depresión posparto paterna es esencial acudir a un profesional, aunque cueste dar el paso.
Tratamiento farmacológico
En los casos más graves de depresión posnatal masculina, si las anteriores medidas y las terapias psicológicas no son suficientes se puede acudir a los ansiolíticos o antidepresivos. Por supuesto estos fármacos siempre deben ser recetados por un médico, que hará el seguimiento del tratamiento hasta que ya no sean necesarios.