Un grupo de científicos australianos ha descubierto que el consumo de un sustituto de la sal común podría estar relacionado con un menor riesgo de muerte prematura, principalmente aquella causada por enfermedad cardiovascular.
En el curso de la investigación, se comparó el uso de sal común —compuesta al 100 % de cloruro de sodio— con el uso de un sustituto compuesto en un 25-30 % de cloruro de potasio y en un 60-75 % de cloruro de sodio.
El nuevo sustituto se relacionó con una reducción del sodio en la orina y de la presión arterial, con un efecto similar al de los medicamentos utilizados para tratar esta afección.
Además, resultaba muy eficaz para mejorar los resultados cardiovasculares cuando se utiliza a largo plazo.