La esclerosis múltiple, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a unas 2.5 millones de personas en todo el mundo, es consecuencia de la infección por el virus de Epstein-Barr, según una investigación que ha analizado todos los casos diagnosticados a lo largo de veinte años en una muestra de más de diez millones de personas de Estados Unidos. Los resultados, presentados hoy en la revista Science, abren la vía a prevenir la esclerosis múltiple con vacunas y a mejorar su tratamiento con fármacos antivirales.
“Es un avance muy importante que aportará energía a la investigación en esclerosis múltiple para mejorar la atención a los pacientes y para evitar casos de la enfermedad en el futuro”, destaca Xavier Montalban, neurólogo del hospital Vall d’Hebron y director del Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya (Cemcat).
Epstein-Barr
La enfermedad, que suele iniciarse entre los 25 y los 35 años de edad, se caracteriza por la destrucción de la mielina, una vaina aislante que recubre los axones de las neuronas. Al degradarse la mielina, las neuronas pierden capacidad de transmitir señales nerviosas. De ahí que los síntomas más comunes de la esclerosis múltiple incluyan problemas de equilibrio y coordinación, cosquilleo y entumecimiento en las extremidades, problemas de visión, trastornos del habla o incontinencia urinaria.
Investigaciones anteriores han demostrado que la mielina se destruye por una reacción autoinmune en que el sistema inmunitario ataca las neuronas por error. Pero la causa de este ataque autoinmune aún no se había podido identificar.
El virus de Epstein-Barr era el sospechoso número uno. Este virus, que se transmite principalmente a través de la saliva y es uno de los más comunes en la especie humana, infecta los linfocitos B, un tipo de células inmunitarias que producen anticuerpos. Algunos de los anticuerpos producidos a raíz de la infección parecen atacar la mielina. La nueva investigación, realizada en la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE.UU.), aporta ahora las pruebas que demuestran la culpabilidad del virus.
Los investigadores han revisado datos de más de diez millones de jóvenes alistados en el Ejército de Estados Unidos, a los que se extrae sangre cada dos años. Se diagnosticó esclerosis múltiple a 955 de ellos mientras estaban en activo entre 1993 y 2013.
Dado que solo una minoría de las personas infectadas por el virus de Epstein-Barr desarrollan esclerosis múltiple, tienen que haber otros factores que influyan en el origen de la enfermedad, observa Xavier Montalban. Los factores de riesgo identificados hasta ahora incluyen la predisposición genética, el tabaquismo, la obesidad y el déficit de vitamina D. También pueden influir factores hormonales, ya que las mujeres tienen el triple de riesgo de sufrir esclerosis múltiple que los hombres. Pero los nuevos datos indican que, si no se produce una infección por el virus de Epstein-Barr, el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple es prácticamente nulo.
“La gran mayoría de casos de esclerosis múltiple están causados por el virus de Epstein-Barr y potencialmente se podrían prevenir con una vacuna adecuada”, escriben los investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Science.
La compañía Moderna anunció el 20 de diciembre el inicio de un ensayo clínico de una primera vacuna contra el virus de Epstein-Barr basada en la tecnología del ARN mensajero. El ensayo clínico, que se realizará en Estados Unidos con 272 voluntarios de entre 18 y 30 años, se alargará hasta junio de 2023. Si los resultados son positivos, la vacuna podría ser eficaz no solo para prevenir la esclerosis múltiple sino también las otras enfermedades que el virus de Epstein-Barr puede causar: mononucleosis (popularmente conocida como la enfermedad del beso), linfoma de Burkitt o linfoma de Hodgkin, entre otras.
El virus de Epstein-Barr no solo interviene en el origen sino probablemente también en la progresión de la esclerosis múltiple, apuntan los investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard. Recuerdan que se ha encontrado este virus en neuronas dañadas de algunos pacientes y que los fármacos que se utilizan actualmente para tratar la enfermedad (los anticuerpos anti-CD20) atacan las células inmunitarias en las que se encuentra el virus. Un fármaco antiviral que ataque directamente el virus de Epstein-Barr, señalan los investigadores, podría tener más eficacia con menos efectos secundarios.
Los investigadores han analizado datos de más de diez millones de personas sobre un periodo de veinte años. Govind Bhagavatheeshwaran, Daniel Reich, National Institute of Neurological Disorders and Stroke, National Institutes of Health
“Esto puede aportar nuevas oportunidades de terapia”, destacan William Robinson y Lawrence Steinman, de la Universidad de Stanford (EE.UU.), en un artículo de análisis en Science. “Ahora que el desencadenante inicial de la esclerosis múltiple se ha identificado, tal vez la esclerosis múltiple se podría erradicar”.
fuente: https://www.lavanguardia.com/ciencia/20220113/7985769/virus-epstein-barr-causa-esclerosis-multiple