La Cámara de Diputados aprobó en lo general la Ley federal para la regulación del cannabis, que permite a los adultos el consumo personal de hasta 28 gramos de marihuana y autoriza la producción con fines de autoconsumo personal o en asociaciones de fumadores, y legaliza la cadena completa de producción.
Pero ojo, no se puede perder la perspectiva de que se consumo es potencialmente dañino física y mentalmente y quien lo haga, ahora que es libre de correr los riesgos que su uso lúdico impone, debe sopesar muy bien todos los pro y contras y, en especial, tener en cuenta las limitaciones de la ley y la obligación de requerir permisos y licencias.
No por gusto hay tantas discrepancias y criterios a favor y en contra de la marihuana, la cual una gran parte de la población todavía ve con ojerizas, y muchos padres desearían que sus hijos no la consuman, sobre todo porque los grandes adictos, e incluso los ya incurables que han deshecho su vida, admiten que comenzaron con unos inofensivos porros y terminaron intoxicándose para toda la vida.
Esa es la triste realidad que ahora, con la nueva ley, debe estar más presente que nunca en el balance que cada quien debe hacer para tomar una decisión.
De hecho, la aprobación de la ley que permite el uso lúdico de la marihuana, aunque sea en pequeñas cantidades no mayores a 28 gramos -algo difícil de controlar y verificar- libera al estado de lo que hasta este 10 de marzo fue una responsabilidad institucional para evitar su consumo.
Ya se liberó de ella. Ya no es el ente bloqueador, limitador, prohibidor, de su uso. Ahora lo es la persona, es el individuo quien las asume y desde ese punto de vista el estado se siente más aliviado pues su papel se reduce a veedor del cumplimiento de lo que establezca la ley tanto para el consumo como para la siembra del cannabis y su presunta comercialización.
Aprobada la ley en lo general, el vice coordinador de Morena, Pablo Gómez Álvarez sostuvo que se trata de “un primer gran paso para remontar los años de prohibición producto de los prejuicios y dogmatismos reaccionarios que trajeron violencia, persecución y corrupción y llevaron al aplastamiento de una libertad”.
El legislador añadió que es esta libertad la que hoy se reivindica, especialmente la de los jóvenes quienes han sido las mayores víctimas de la inicua prohibición.
“Si en el pasado se soslayaron derechos hoy se reconocen libertades. La práctica llevará a otras reformas legislativas, pero ya al margen de la prohibición”, dijo.
PAN, PRD y PES -que votaron en contra- cuestionaron que con la ley se incrementará el consumo, expresaron que en todo caso debería autorizarse el uso lúdico para mayores de 21 años, y no a partir de los 18, como define la ley, y lamentaron que 28 gramos de mariguana para consumo personal “es un mundo” de droga.
Todas las bancadas presentaron un total de 215 reservas, que se discuten en el pleno.
Morena defendió que al permitir el “uso con fines lúdicos” de la mariguana se aborda un tema de salud pública y no de criminalización, y sostuvo que “levantar la prohibición no significa alentar el consumo”.
Además, resaló que, al legalizar la cadena completa de producción, distribución y venta del cannabis, mediante una regulación, se evita el narcomenudeo, el narcotráfico y la delincuencia organizada.