El Comité Internacional de Emergencia sobre el COVID-19 pidió una expansión mundial de la secuenciación genómica y el intercambio de datos, así como una mayor colaboración científica para abordar incógnitas críticas sobre las nuevas cepas del virus que causa el COVID-19.
“Estamos en una carrera entre el virus que va a intentar mutar para expandirse cada vez más rápido, y la humanidad que lo quiere detener, los esfuerzos científicos deben ser muy rápidos y muy intensos”, expresó el director del Comité, Didier Houssin.
El grupo de expertos se reunió el jueves a pedido del director de la Organización Mundial de la Salud, quien les expresó su inquietud por las mutaciones del SARS-CoV-2, la distribución de vacunas y el posible requerimiento de certificados para viajeros internacionales.
El Comité, declaró una vez más al COVID-19 como una emergencia de salud pública de interés internacional, a casi un año de la primera declaración, e instó a la OMS a desarrollar un sistema estandarizado para nombrar nuevas variantes del coronavirus que eviten los indicadores geográficos, un área en la ya se ha comenzado a trabajar.
“Con casi dos millones de muertes y la aparición de nuevas variantes en varios países, el Comité de Emergencia enfatizó la necesidad de que los gobiernos hagan todo lo posible para frenar las infecciones a través de medidas de salud pública probadas y comprobadas. Cuanto más se suprima al virus, menos oportunidades tendrá de mutar. Necesitamos ser más eficientes que el virus”, expresó Tedros Adhanom Gebreyesus.
Sobre las vacunas, los expertos subrayaron la necesidad de un acceso equitativo a través de la iniciativa COVAX, así como la transferencia de tecnología para aumentar las capacidades de producción global.
Además, dado que aún se desconoce el impacto de las vacunas en la reducción de la transmisión, y que la disponibilidad actual de las mismas es demasiado limitada, el Comité recomendó que los países no exijan prueba de vacunación a los viajeros.