Análisis

La vinculación entre la pandemia de COVID y la economía

Hace unos pocos días, el subsecretario de Prevención de Salud Pública, Hugo López-Gatell, señalaba en una de sus conferencias de prensa la necesidad de que la población conozca la vinculación entre salud y economía y la desagradable y difícil situación del gobierno de buscar un equilibrio lógico, racional y obligatorio de esta con la salud de los ciudadanos.

La respuesta a la pandemia de Covid-19 en el caso mexicano desde el inicio fue establecida por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La misma tenía que estar basada en principios científicos, en acción técnica y en una buena coordinación al interior del gobierno, es decir, una respuesta de Estado, no simplemente un tema restringido al aspecto de la salud.

La complejidad del manejo de una epidemia inconmensurable como esta, que no tiene precedente desde 1918 cuando se presentó la de influenza, implica la vinculación de múltiples protagonistas del acontecer público. En general hay dos elementos cruciales que se deben cuidar: la salud y la economía Evidentemente la salud es lo primero, sobre todo cuando nos enfrentamos a un agente biológico que ocurre o surge hacia la especie humana en forma natural, pero es capaz de causar enfermedad grave y muerte.

En ausencia de tratamientos específicos, de vacunas, o de otros mecanismos de prevención, el único instrumento fundamental es el distanciamiento social, la sana distancia, el confinamiento, el evitarlos contagios por medidas administrativas que irremediablemente llevan a que las personas no puedan estar en el espacio público, pero hay que hacerlo por el imperativo de cuidar la salud y la vida de manera inmediata pues esa es la prioridad, señalaba López-Gatell.

Pero al mismo tiempo y he ahí la aparente contradicción, la consecuencia es que se reducen las actividades económicas porque las personas no pueden estar presentes en los sitios de trabajo o porque no pueden concurrir para consumir, comprar mercancías, satisfacer las necesidades de recreación, de hacer turismo, de transportarse, de exploración yeso tiene consecuencias también muy importantes que en última instancia afectan la salud y pueden incluso afectar la vida.

Salud y economía son dos bienes públicos que hay que cuidar y un Estado nacional, responsable, tiene que estar cuidando los equilibrios entre una acción y la otra todos los días pues permanentemente tiene que calibrar cuál es el equilibrio conveniente, lo cual requiere la participación de expertos en múltiples campos, al interior del gobierno y de la sociedad y así es como México ha conducido el manejo de esta epidemia.

Esto significa que la economía no se puede desatender y evaluarla en su justa dimensión. México, que padeció dos crisis simultáneas, o más correctamente la convergencia de una inesperada crisis sanitaria con una económica más permanente y que algunos especialistas la bautizaron como crisis viro económica, estás saliendo de ambas, aunque muy lentamente, a pesar de todas las complicaciones políticas que tiene el país.